domingo, 17 de octubre de 2010

ÁLVAREZ Y 11 MÁS



Huracán no juega bien, pero los arbitrajes no ayudan y en las últimas fechas el Globo se vio perjudicado por las malas decisiones de los pitos.
Con el equipo bien parado y con algunas contras rápidas por los laterales el conjunto dirigido por Miguel Ángel Brindisi venía controlando el partido con tranquilidad. Además Boca no hacía las cosas bien, llegaba poco al arco de Monzón y sufría los desbordes de Montiglio con una defensa muy mal parada. El mismo Martín Palermo reconoció después del partido que Huracán tenía el control de la pelota.
Pero todo cambió a los 43 minutos del primer tiempo cuando Luis Álvarez entendió que la mano de Palermo, que le dejó la pelota en el pie para convertir el primer gol, no fue con intención.
Pero si bien el goleador no pone el brazo para que le pegue la pelota, se ve claro, que con el desvió que le da a la pelota, sale favorecido para poder definir con una media vuelta magistral. Si el balón seguía su recorrido natural después del pique en los pies de Palermo el mediocampista de Huracán podría haber intervenido en la jugada.
Claro está que si esa jugada hubiese sido para el otro lado, el árbitro cobraba tiro libre para los locales, pero la suerte no está presente en este torneo.
El Globo no encuentra la manera de salir de esta crisis y la derrota en cancha de Boca contra 11 jugadores y un árbitro, oscurece aún más el presente del Club de Parque Patricios. Una caída más, seis fechas sin ganar y el fantasma de la promoción aparece.


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